En un par de años, China espera haber avanzado lo suyo en su decidido ascenso al Everest de la geotérmica o, lo que es lo mismo, tiene previsto generar tanta energía de este tipo que su total equivalga a 20 millones de toneladas de carbón.
Y sí, aunque China es un productor de carbón de primer orden mundial, y además su demanda no deja de crecer, también resulta cierto que el potencial geotérmico del país es brutal y se quiere aprovechar.
Para el 2020, China aspira a alcanzar una producción geotérmica equivalente a 50 millones de toneladas de carbón, según se recoge en reciente un documento oficial que actúa de directriz, publicado por la Administración Nacional de Energía, el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Tierra y Recursos Naturales y el Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural.
Importante generación eléctrica
A efectos prácticos, la energía producida en el 2015 podrá proporcionar calefacción a 500 millones de metros cuadrados de viviendas y la capacidad instalada de generación eléctrica será de 100.000 kilovatios.
El documento se enmarca dentro del plan o de la política general de sostenibilidad energética que está implementándose de modo un tanto caótico o ineficaz, a juzgar por los insoportables niveles de contaminación generados y de la tremenda dependencia de los combustibles fósiles de la que adolece el país.
Aún así, la filosofía verde que impregna el marco político parece obviar esta triste realidad y apuesta por la energía renovable y limpia como modo de aligerar la presión energética y fomentar el progreso ecológico. En fin, menos da una piedra, pero también hay que reconocer que ha de lidiarse con obstáculos importantes, como la ingente actividad industrial y la superpoblación de crecimiento exponencial.
Sea como fuere, lo cierto es que la geotermia tiene un inmenso potencial y, por ende, también un gran futuro si se emplean los recursos económicos y esfuerzos necesarios para impulsarla. Quizás éste sea un comienzo.