Pese a la teórica rentabilidad de la biomasa en España, el sector se ve con la soga al cuello tras las polémicas reformas gubernamentales anunciadas que afectarán de forma importante a las energías renovables.
De aplicarse éstas (la reforma grava las energías limpias y da un golpe de gracia a las primas), la generación eléctrica a partir de la biomasa se volverá “inviable” económicamente o, lo que es lo mismo, a consecuencia del aumento de la presión fiscal y tarifaria que viene sumada al tremendo recorte en subvenciones.
Así de claro lo ha dejado la Unión por la Biomasa, una entidad a la que pertenecen organizaciones agrarias como Asaja o UPA, los Colegios de Ingenieros Técnicos Forestales e Ingenieros de Montes, asociaciones de empresas de energías renovables y diferentes centros tecnológicos y de I+D.
Un nuevo golpe
La contención del precio de la luz mediante la reducción del déficit de tarifa a costa, no sólo de las grandes eléctricas, sino también de las renovables, ha sido una medida que el sector dice no poder soportar de ninguna de las maneras.
En un comunicado hecho público recientemente, la Unión por la Biomasa atribuye al real decreto aprobado en el último consejo de ministros la responsabilidad de un declive seguro de la biomasa en particular y de las energías limpias en general. Es más, considera que este tipo de política penalizadora supone «un nuevo golpe, puede que definitivo» a la generación de energía mediante biomasa.
Por su parte, la medida gubernamental pretende ahorrar dinero, pues el real decreto ha cambiado el método para actualizar anualmente la retribución de las actividades reguladas, que pasan a indexarse a la denominada inflación subyacente a impuestos constantes y no al IPC, como era hasta ahora. Este cambio, traducido a money, permitirá ahorrar entre 330 y 340 millones de euros.