En Alemania, las placas solares son más baratas


Es evidente que si los paneles solares cuestan menos, la energía procedente del Sol será más barata y, por consiguiente, más personas y empresas invertirán en ella. Precios competitivos, más ventas. Así funciona el mercado. Eso es precisamente lo que ocurre en Alemania: los paneles solares son más baratos, pero ¿por qué?

La razón es sencilla: por los bajos costes de instalación. Es la conclusión a la que ha llegado el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (LBNL) en un reciente estudio que analiza las diferencias de precios en la industria de paneles solares en Alemania y en Estados Unidos.

En los últimos cinco años, los precios de los paneles solares en Alemania se han reducido en más de un 50%. Así que era un caso para estudiar y, más allá, siempre que sea posible, imitar en otros países. El citado estudio señala que los instaladores alemanes trabajan de forma más rápida y eficiente que sus colegas de otros países. La eficiencia, por tanto, no sólo proviene de los materiales de los que están fabricados los paneles y otras características tecnológicas, sino también de la efectividad de los trabajadores del sector.

No es la única razón, en todo caso: los costes para dar de alta una instalación también se han reducido en Alemania. El estudio señala a lo que se conoce como «costes blandos», esto es, permisos, licencias, tasas de conexión a la red y otros procesos de negocio. En Estados Unidos eran mucho más altos. Los costes blandos alemanes son un 20% más baratos que en Estados Unidos.

Trabajadores más eficientes y costes blandos

Así, los instaladores alemanes son más eficientes y sólo tardan, de media, unas 7,5 horas por instalación. Debido a esos costes de instalación más bajos, los costes blandos en Alemania se redujeron en 0,62 dólares por vatio. Los costes para permisos, interconexión e inspección resultaron ser alrededor de 0,20 dólares por vatio más barato que en Estados Unidos.

El mercado alemán de paneles solares es el más desarrollado del mundo. Alrededor de un tercio de la capacidad fotovoltaica de todo el mundo está instalada en Alemania. En parte, por su política de primas a la generación renovable, parte esencial de la Ley Alemana de Fuentes de Energía Renovable (EEG) del año 2000. Iniciativa del Gobierno que se ve compensada por un buen comportamiento de empresas y trabajadores.

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