Más proyectos de grandes dimensiones en Estados Unidos que quieren aprovechar la energía del Sol. En este caso, se trata de una torre solar de 792 metros que se levantará en el desierto de Arizona. Se convertirá en la segunda estructura más alta del mundo y producirá energía para unos cien mil hogares, aprovechando el aire caliente.
La torre solar ha sido diseñada por la empresa australiana EnviroMission y funcionará aprovechando la velocidad del aire calentado en la base que, en su ascensión por la chimenea, producirá una energía mecánica suficiente para que giren las 32 turbinas que se encuentran en su interior.
La torre producirá 200 MW de electricidad cada día. Una de las grandes ventajas de este nuevo sistema es que, a diferencia de lo que ocurre con las torres de concentración, puede generar electricidad también por la noche debido al calor acumulado en el suelo. Además, la torre funciona sin necesidad de agua. ¿Estamos ante el futuro de la energía solar?
Como toda nueva tecnología, su principal problema es el alto coste: se tendrán que invertir en su construcción 750 millones de dólares (casi 600 millones de euros). Pero, una vez que comience a funcionar, los costes de operación son mínimos y podrá operar, al menos, durante ochenta años, de modo que sin duda se recuperará con creces el dinero invertido.
Otro problema medioambiental es que la torre se construirá con hormigón, un material con una huella ecológica muy elevada. Sin embargo, en tan sólo dos años y medio, la energía renovable y limpia producida por la enorme instalación compensará con creces las emisiones empleadas en su construcción.
Uno de los principios básicos de la física, que el aire caliente sube, puede ayudar a producir energía solar de forma más eficiente. La genialidad de la sencillez.
La torre EnviroMission es sólo un concepto. Pero la tecnología ha sido probada en una versión más pequeña en España que producía 50 kilovatios de electricidad.