A través de generadores termoeléctricos es posible aprovechar el calor geotérmico de origen volcánico para producir energía eléctrica. Las pruebas de esta tecnología se han realizado en las Islas Canarias con buenos resultados. Con la energía obtenida, se podría abastecer unos 200 hogares.
La investigación
Este desarrollo forma parte de la tesis doctoral que ha realizado Leyre Catalán Ros, ingeniera de Tecnologías Industriales por la Universidad Pública de Navarra. En su tesis plantea una solución que se ha demostrado con varios prototipos que se han instalado en el volcán del Teide, en Tenerife, así como en el Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote.
Este desarrollo permitiría el suministro de energía a estaciones de vigilancia volcánica, además de generar electricidad renovable, a media escala, en los yacimientos de roca caliente seca.
Con este objetivo, se emplean unos generadores termoeléctricos. Estos dispositivos permiten realizar la transformación de manera directa del flujo de calor en electricidad. La clave está en los módulos termoeléctricos, que son los que se encargan de hacer esta transformación, gracias al efecto Seebeck.
La eficiencia de estos módulos se incrementa con la diferencia de temperatura entre sus caras. Esto hace que sea necesario incluir intercambiadores de calor con el fin de maximizar esa diferencia acercando la cara caliente de los módulos a la temperatura de la fuente de calor. Por su parte, la cara fría se aproxima a la temperatura ambiente.
Con la solución planteada en su tesis, se logra maximizar el salto de temperaturas disponible sin ningún equipo auxiliar como bombas o ventiladores ni tampoco partes móviles. Así se obtiene un equipo muy robusto y que, además, tiene un mínimo mantenimiento.
Aplicaciones
La tecnología tiene dos aplicaciones. Por un lado, con ella, ha sido posible hacer autónomos los equipos de vigilancia volcánica, lo que es importante porque alrededor del 10% de la población mundial está en riesgo de erupción volcánica.
Además, también es viable para generar electricidad en yacimientos de roca caliente seca como se ha constatado en el Parque Nacional de Timanfaya.
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