Paneles solares híbridos


Los paneles solares aumentan, día a día, su eficiencia. Hasta ahora, existían dos tipos de paneles solares. Por una parte, los fotovoltaicos, capaces de convertir la energía solar en electricidad, que, luego, se puede usar para alimentar cualquier aparato eléctrico. Por otra parte, están los paneles solares térmicos, que son capaces de calentar lo que haya en su interior, básicamente agua u otro líquido, que servirá para disfrutar de agua caliente sanitaria o para calentar un edificio sin contaminar, sin emitir gases de efecto invernadero y, por tanto, sin contribuir al calentamiento global.

Estas eran las posibilidades prácticas de obtener beneficios de la energía limpia del Sol. Pero, ¿y si se combinan ambos métodos? Así es como han surgido los paneles solares híbridos.

El único problema era que ambos sistemas (el fotovoltaico y el térmico) son diferentes e independientes. Cada uno, usaba su propio método, determinados materiales y tecnología, etc.

El rendimiento de los módulos fotovoltaicos se relaciona con la luz que incide sobre ellos, así como con la temperatura existente en las células que lo componen. Por ello, en las características de los paneles fotovoltaicos, la potencia del panel se especifica según unas condiciones de prueba estándar, esto es, irradiancia 1.000 W/m2, temperatura de la célula a 25 ºC, AM 1.5 y otros parámetros.

Hay que señalar que, en condiciones de uso real, la temperatura de las células es muchísimo más elevada (más de 50 ºC), con lo que la eficiencia de las placas disminuye, reduciendo la potencia del panel hasta un 15%.

Cogeneración solar

Lo que hace un panel solar híbrido es aprovechar ese calor existente en las células fotovoltaicas y transferirlo mediante un líquido a un acumulador solar. La electricidad generada se almacena en baterías. Con el nuevo sistema se puede conseguir agua caliente, aumentar la producción de electricidad y reducir el espacio necesario para instalar ambas tecnologías, las dos solares. Se obtiene, así, de forma simultánea, energía eléctrica y energía térmica para ser usada.

Los paneles solares híbridos tiene las siguientes dos aplicaciones fundamentales:

  • En edificios, sobre cubiertas de naves o edificios, o sobre el suelo, produce energía eléctrica de una forma más eficiente que los módulos convencionales. Además, al mismo tiempo y en el mismo espacio, se produce calor para usos industriales, sanitarios, piscinas, calefacción, etc. Es decir, se produce cogeneración energética.
  • Estos paneles instalados en centrales o huertos solares incrementa la producción eléctrica, logrando un mayor rendimiento. Se usa como módulo fotovoltaico refrigerado: la energía térmica obtenida puede ser aprovechada o evacuada al ambiente por medio de disipadores de calor.

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