Es una hermosa lucha la que se está produciendo entre algunos países (o regiones económicas) para ser el que antes y mejor desarrolla las energía limpias y renovables. Si en la segunda mitad del siglo XX se produjo la llamada carrera espacial entre Estados Unidos y la extinta Unión Soviética, ahora podemos hablar de la carrera por las energías verdes en la toman parte Europa, Latinoamérica, China, Estados Unidos y ojalá cada vez más países.
Paulatinamente, se está disminuyendo la dependencia del petróleo y otros combustibles contaminantes y que se están agotando. Nadie sabe a ciencia cierta cuándo exactamente se acabará el petróleo, pero algún día ocurrirá y será mejor estar preparado con unas fuentes de energía alternativa abundantes y que funcionen eficientemente.
Dentro de esta línea mundial de apuesta por el desarrollo de las energías renovables, Uruguay ha anunciado que llevará a cabo políticas que apoyen la producción de energía limpia. El objetivo del Gobierno de Uruaguay es avanzar en este modelo de desarrollo para llegar a 2015 con un 50% de su electricidad proveniente de energía renovable. Un objetivo ambicioso. En realidad, pretenden llegar en cuatro años a una situación a la que habían planeado llegar en 2030, ya que el objetivo del Programa de Política Energética 2015-2030 establece que el 50% de la matriz de energía total debería venir de fuentes renovables.
No es la única iniciativa verde del Gobierno uruguayo. También se va a impulsar el tratamiento del 30% de los residuos agroindustriales y urbanos para generar energía; una reducción del 15% en el consumo de petróleo del transporte; y que el alcance de la electricidad dentro del país sea de un 100%, es decir, el autoabastecimiento completo del país.
En concreto, Uruguay va a apostar de manera especial en energía eólica, con la instalación de parques eólicos con el objetivo de producir un total de 500 MW de energía.
Así, Uruguay se suma a los países para los que la eficiencia energética se está volviendo una prioridad en su agenda política y económica. Algo que beneficia, no sólo a sus propios ciudadanos, sino también al medio ambiente de todo el mundo.