La capital de Dinamarca se ha propuesto avanzar hacia un mundo neutro en carbono. En su afán por convertirse en la primera ciudad del mundo neutra en emisiones de CO2 ha decidido redirigir sus inversiones, lejos de los fondos fósiles.
Las inversiones libres de combustibles fósiles se consideran algo más que un gesto dentro de este contexto. «Estamos compitiendo para convertirnos en la primera capital libre de emisiones», explica el alcalde de Copenhague, Frank Jensen.
Estrategia de inversión verde
Encontrar alternativas verdes para su cartera de casi siete mil millones de coronas, casi mil millones de dólares, está siendo complicado.
Jensen asegura que está convencido de que los bancos van a entender que existe una demanda que pide otro tipo de inversiones, acordes con esta nueva sensibilidad, que pide una inversión libre de combustibles fósiles.
Representantes del sector de la banca están respondiendo a este requerimiento. «No existe un estándar global en este campo y nuestro planteamiento dependerá del enfoque con los clientes», apunta Thomas H. Kjaergaard, responsable de inversiones del Danske Bank.
Hasta ahora, los beneficios de los fondos de inversión estaban siendo muy interesantes. Durante el último lustro, la ciudad de Copenhague obtuvo una rentabilidad anual del 3 por ciento de su cartera, junto con 1,5 millones de coronas en dividendos desde que se formó en 2007. Sin embargo, las inversiones van a cambiar, y el reto sigue siendo lograr el máximo rendimiento posible.
En estos momentos se está diseñando una nueva estrategia para la cartera, que puede contener hasta un 36 por ciento en bonos corporativos y acciones.
Al margen de cómo se resuelva, si algo está claro es la intención de Jensen de cancelar cuanto antes las inversiones relacionadas con los combustibles fósiles de Copenhague. Sin importar que no sea un buen momento para vender, la decisión está tomada y en la próxima primavera el consejo dará a conocer su nueva estrategia de inversión.