La paulonia como materia prima energética


El Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal (Iprocor) ha iniciado un proyecto de investigación para evaluar cómo se adaptan las plantas de paulonia a las condiciones climáticas y del suelo de algunos terrenos de la comarca de Vegas del Guadiana, en la provincia de Badajoz, para estudiar su crecimiento con el objetivo de producir madera y energía.

Laboratorios como Cotevisa, organismos como el Ciemat y empresas como RWE Innogy Iberia han realizado estudios en este mismo sentido, pero aún no se ha logrado su rentabilidad energética. Así, el proyecto de Iprocor supone un nuevo intento de demostrar en España la viabilidad energética de los cultivos de paulonia, un género de plantas originarias de China.

El proyecto quiere, además, evaluar el crecimiento para la producción de madera de sierra, utilizada en carpintería de interiores, ebanistería, construcción y embalajes. En realidad, esta opción gana más enteros frente a la energética. Los técnicos asociados a esta iniciativa de I+D desarrollarán su trabajo en las instalaciones de Iprocor en Mérida. Allí se han habilitado 6.000 metros cuadrados con 600 plantas de paulonia divididas en dos parcelas con riego por goteo, una para producir madera y otra para materia prima energética.

En ambas parcelas se han plantado ejemplares de cuatro de los clones de paulonia existentes en el mercado español. Se trata de descubrir cuáles se adaptan mejor a las condiciones climáticas y de suelo similares a las de los terrenos en los que se desarrolla el proyecto experimental. Son terrenos marginales de la comarca pacense de las Vegas del Guadiana.

Iprocor informará de los resultados a los selvicultores extremeños interesados en estos cultivos forestales y energéticos, que pueden ser una alternativa para el aprovechamiento de terrenos de regadíos en los que otros cultivos agrícolas no son rentables.

No es la primera vez que se estudia en España el desarrollo de paulonias como cultivo energético. El proyecto On Cultivos, por ejemplo, lleva varios años de experimentación en Navarra. Desde el lado empresarial, RWE Innogy Iberia trabaja con 235 hectáreas en Villamartín (Cádiz), con la intención de probar su viabilidad como futuro biocombustible en las plantas de generación eléctrica que tiene proyectadas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *