El déficit de tarifa alcanza unas cifras de escándalo que podrían exigir un rescate


El déficit de tarifa, esa deuda que tenemos los usuarios con las compañías eléctricas, está disparada. Según afirma el presidente de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa), se encuentra casi fuera de control, alcanzando cifras cercanas al rescate bancario.

Según Montes, las eléctricas están pasándolas canutas a consecuencia de la actual situación, algo fácil de entender si tenemos en cuenta que los números son «similares al dinero prestado a los bancos nacionalizados», concretamente un increíble agujero de 26.671 millones de euros pendientes de cobro.

Por lo tanto, a falta de ver en qué quedan las medidas del Gobierno para acabar con el desequilibrio del sistema eléctrico, -cuya intención es que la creación de déficit tariario sea cero este año 2013-, lo cierto es que los números rojos son lo bastante mareantes como para poder afectar a la economía española, como ya ocurrió con el sector bancario.

Recortes y más recortes

Los recortes que soportan las compañías eléctricas suponen unos gastos que entran dentro del déficit de tarifa, concretándose en los 989 millones de euros de la distribución o en distintos impuestos, como el 7 por ciento a la producción, el de la nuclear o el canon a la energía hidráulica, que en total supondrán 2.921 millones de euros.

No lo pasan mejor las renovables, sobre todo porque las medidas aprobadas por el Gobierno como la suspensión indefinida de las primas para las nuevas plantas de energías limpias, impuestos a la generación de energía, recortes en la distribución, en el trasporte, en los pagos por capacidad o, por ejemplo, más limitaciones en la retribución a las renovables.


Por lo tanto, además de repercutir negativamente sobre el consumidor final, se resienten las renovables. Habrá que esperar nuevas medidas regulatorias (que no sólo fiscales) para ver en qué acaba la pendiente reforma energética, teniendo en cuenta que el déficit de tarifa amenaza con golpear con fuerza a la débil economía española. Es lo que ocurre cuando la dependencia energética sobrepasa los límites de lo razonable y, sobre todo, de lo ecológicamente deseable.

2 comentarios

  1. Están sonaos estos de la UNESA, tiene los días contados por mucha campaña devaluante de las renovables que hagan.

  2. Hola Andrés,
    Atribuir el déficit de tarifa a las renovables es un error, efectivamente, imposible de creer por mucho que se insista en ello. Gracias por comentar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *