Las protestas no sólo vienen de los grupos activistas, siempre críticos, sino del empresariado de las renovables, que ha hecho manifiesto su descontento con la política gubernamental. De seguir así, apuntan, la industria perderá competitividad a marchas forzadas, tanto a nivel nacional como internacional.
En concreto, han sido varias organizaciones empresariales del sector las que han aprovechado la celebración de una jornada sobre la materia para criticar el proyecto de ley de medidas fiscales para la sostenibilidad energética.
El grito que han puesto en el cielo durante el evento organizado por Kreab Gavin Anderson, Cuatrecasas Gonçalves Pereira y Livingstone Partners es una queja sobre la presión fiscal, y también supone un rechazo a tener que cargar sobre las renovables el déficit de tarifa que ha generado la falta de ingresos del sistema eléctrico.
Rechazo de la política fiscal
Su propuesta general es lograr la sostenibilidad energética, es decir, combatir el mencionado déficit de forma distinta a como pretende hacerlo el gobierno mediante la aprobación del proyecto de ley que se encuentra en trámite parlamentario, y que grava tanto las renovables como a las compañías eléctricas.
El director de Energías Renovables de Iberdrola, Xabier Viteri, considera clave entender la causa del déficit de tarifa para corregirla. Según él, ésta es consecuencia de una «insuficiencia en los peajes de acceso» y no al precio del mercado mayorista».
La presidenta de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Rocío Sicre, declaró que el sector eólico español es «un ejemplo de modelo productivo» y lamentó que una mala política pueda conducir a qué se pierda este «desarrollo industrial», pionero en todo el mundo.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), José Miguel Villarig, denunció una «discriminación» del sector por la normativa, pues éste ya ha sido castigado anteriormente con recortes en las ayudas.