La Comisión Europea señala que el sistema eléctrico español es injusto y contaminante


A la Comisión Europea no le gusta el sector eléctrico español. Es injusto, poco sostenible y perjudica al medio ambiente. ¿Se puede hacer peor? Los grandes grupos eléctricos ganan millones de euros aun en tiempos de crisis y dictan la política del sector que debe seguir el Gobierno, tanto en la actualidad, cuando gobierna el PP, como con el anterior dirigido por el PSOE.

La Comisión Europea ha analizado el sector eléctrico español y ha presentado un diagnóstico que da toda la razón a los que defienden las renovables. En primer lugar, Bruselas critica el parón de las energías limpias que impuso el anterior Gobierno y ha continuado el actual. Además, el Ejecutivo europeo señala que los consumidores pagan en exceso a las nucleares y a las grandes centrales hidráulicas, instalaciones que ya están amortizadas. En otras palabras, sus propietarios ganan por partida doble a costa de los consumidores.

Por último, la Comisión Europea ha asegurado que las subvenciones al carbón son ineficientes y perjudiciales para el medio ambiente. Hace años que lo llevan denunciando las asociaciones de energías renovables, así como grupos ecologistas.

En fin, nada nuevo. Pero, lo cierto es que, un tirón de orejas de la Unión Europea vale más que las críticas y protestas de millones de ciudadanos. ¿Llega tarde este análisis? ¿Se cambiará la política energética en España? No lo creo, cuando no es el Gobierno el que gobierna.

El déficit de tarifa acumulado llega ya a los 24.000 millones de euros (lo que costará el rescate de Bankia). Según el análisis de la Comisión, el sistema de tarificación de la electricidad en España es ineficiente y presenta un nivel de competencia insuficiente. Remata: «Esta competencia insuficiente ha contribuido, en parte, a la constitución del déficit tarifario al favorecer una compensación excesiva de algunas infraestructuras, tales como centrales nucleares y grandes centrales hidroeléctricas, ya amortizadas, o al mantener la concesión de subvenciones ineficientes y perjudiciales para el medio ambiente a las minas de carbón. Estas medidas no se han traducido en menores precios, por lo que obstaculizan el crecimiento económico«.

Las energías verdes, no sólo benefician al medio ambiente, sino que crean empleo y activan la economía. Las energías «antiguas» son perjudiciales ambiental y económicamente. Pero Endesa, Iberdrola y Gas Natural, las grandes eléctricas, tienen demasiado poder.

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