SolBot, un robot que orienta los paneles solares hacia el Sol


Para aumentar la eficiencia de los paneles solares, se imita a la naturaleza, a los girasoles, que se mueven a lo largo del día para recibir los rayos de sol de forma eficiente. Algunos diseños de paneles solares incluyen este movimiento, aunque esta tecnología aumenta en exceso los costes de fabricación.

En este sentido, se ha inventado un robot, llamado SolBot, desarrollado por QBotix, que ayuda a reordenar todos los paneles solares de una instalación fotovoltaica sin que suba mucho el coste final de la instalación.

La posición del Sol cambia a lo largo del día. Para que un panel solar recoja la mayor cantidad posible de energía debe apuntar siempre hacia la estrella (que es lo que hacen los girasoles). Muchas instalaciones fotovoltaicas comerciales utilizan mecanismos que imitan el comportamiento de esta planta. Son sistemas seguidores del Sol que permiten incrementar el rendimiento de cada panel hasta en un 40%, pero son caros de mantener y no siempre es posible incorporarlos en instalaciones antiguas.

La empresa QBotix presenta una nueva solución al problema. En lugar de incluir un seguidor solar en cada uno de los paneles, ha desarrollado el SolBot, un robot que se desplaza sobre un riel y recorre la instalación fotovoltaica orientando cada panel de forma óptima. Para que funcione, sólo hay que instalar el riel y un mecanismo adicional a la estructura de cada panel. Pero el robot puede usarse en cientos de paneles y, por tanto, permite disminuir los costes.

El sistema completo consta de un riel, dos unidades robóticas SolBot y una estación de recarga de energía para éstos. Los dos SolBots trabajan de forma alternada: mientras uno se recarga, el otro va recorriendo el riel y orientando los paneles que tiene al cargo.

Según QBotix, cada equipo SolBot puede controlar hasta doscientos paneles solares, el equivalente a un parque solar de una potencia conjunta de unos 300 kW. Instalar el sistema cuesta sólo unos centavos por vatio generado, frente a los, entre 35 y 45 céntimos de dólar, que cuesta un sistema tradicional de seguimiento del Sol.

Los cálculos de la empresa son que puede reducir el coste de la energía producida en los parques solares hasta en un 20 %.

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