El autoabastecimiento energético de Argentina afecta a Chile y Uruguay

En el hemisferio sur ha comenzado el invierno. Las calefacciones comenzarán a funcionar. Y algunos países dependen de las fuentes de energía que poseen otros. Argentina tiene gas natural y ha reducido su suministro a Uruguay y Chile. Esta práctica viene siendo habitual desde el año 2004. Argentina ni siquiera es capaz de cubrir la demanda de gas nacional que, según algunas previsiones, quizá se pueda ver afectada este año.

Fue en ese 2004 cuando la economía argentina comenzó su recuperación y empezó a demandar más energía. Desde entonces, la producción nacional de hidrocarburos no ha crecido en la misma medida y ni siquiera puede satisfacer la demanda interna. Así, los máximos perjudicados son los países cercanos que dependen se esa producción argentina para satisfacer su propia demanda. Son efectos negativos de un desarollo económico que no es sostenible y que depende de energías sucias y no renovables.

La suspensión de servicio se debe a un tipo de contrato que se denomina interrumpible. Con este tipo de acuerdo, se paga menos por la energía que se necesita pero, en casos de alta demanda, son los primeros clientes a los que se les niega la provisión de energía. Ocurre en Chile y en Uruguay, pero también en algunas provincias argentinas, como Córdoba y Salta. Las suspensiones pueden afectar a las centrales termoeléctricas que usan combustible alternativo.

Argentina quiere asegurarse el autoabastecimiento energético, según lo establecido por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Ante el aumento de la demanda estacional, se ha decidido que los últimos en sufrir cortes sean los hogares argentinos y, los penúltimos, las gasolineras que despachan gas natural comprimido para los coches.

En 2011, se calcula que Argentina sufrirá un déficit comercial, aun cuando el problema de la escasez de gas, electricidad y gasóleo es menos grave ya que se han realizado nuevas obras públicas y mayores importaciones, entre otras, electricidad proveniente de Brasil.

Endesa, empresa del grupo italiano Enel, segunda generadora privada de electricidad de Argentina, y que abastece buena parte de la capital argentina Buenos Aires, afirma que este año no se registrarán cortes eléctricos.

En cuanto a la escasez de gas, el Gobierno amplió el gasoducto que trae la fuente de energía desde Bolivia y organizó con Repsol YPF la llegada de barcos con gas natural licuado que, además, se vende a precios subvencionados en el mercado nacional.

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