Las energías renovables no solo están llegando a los coches eléctricos que ya están circulando por las calles o a los próximos lanzamientos de las principales marcas de coches que se comercializarán en el mercado. La sostenibilidad también se va abriendo paso a otros segmentos dentro de la automoción, que son intensivos en el uso de combustibles. Es el caso de la Fórmula 1 en la que las fuentes renovables van a empezar a ser una realidad.
Sostenibilidad
Cuando se piensa en la Fórmula 1, es difícil creer que uno de estos coches que circulan a tanta velocidad pueda funcionar con electricidad u otras fuentes de energía alternativas a la combustión fósil.
Sin embargo, el uso de estas fuentes alternativas y más sostenibles va a empezar a ser una realidad en la Fórmula 1. Eso sí, habrá que esperar y tan solo es un pequeño paso. Y es que no será hasta el año 2022, o más bien a partir de ese ejercicio, cuando será obligatorio emplear el 10% de biocombustible de segunda generación en la Fórmula 1.
Esto supone un pequeño avance ya que, con esta obligación del 10%, sólo se producirá un aumento de la proporción de cerca del 30%. Un porcentaje que se alcanzaría también con la entrada en vigor de un nuevo reglamento sobre motores. Y esto parece que podría producirse en el horizonte del año 2025 como muy pronto porque, en realidad, este nuevo reglamento podría dilatarse más en el tiempo.
Barreras
La Fórmula 1 es un sector en el que se producen muchos avances tecnológicos y en el que la técnica es clave. Sin embargo, en el uso de las energías renovables o de fuentes alternativas parece quedarse atrás, puesto que no es una práctica extendida usar estos combustibles alternativos a pesar de los coches más sostenibles que ya circulan por las calles y cuyos desarrollos se han hecho en la pista.
Además, se prevé que para 2025 haya estaciones de servicio que ya sirvan combustible producido al 100% con energías renovables. Un suministro que parece que también tardará en llegar a la Fórmula 1.
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