Japón se ha visto obligado a ahorrar energía tras el desastre nuclear de Fukushima. Ahora es un ejemplo de eficiencia energética. En Tokio, por la noche, hace unos meses, brillaban luces de todos los colores. Era un espectáculo digno de ver, aunque poco responsable con el medio ambiente. En la actualidad, esas luces se apagan. Hay que ahorrar energía. Y tampoco funcionan algunas escaleras mecánicas (eran capaces de instalar este tipo de escaleras para un par de escalones), algunos ascensores o las máquinas expendedoras de bebidas o refrescos (que también están iluminadas).
Las grandes empresas están en la obligación de ahorrar un 15% de energía eléctrica. Todo ello ha ocurrido en verano. Con tales medidas se ha conseguido, según el Instituto de Economía de la Energía de Japón (IEE), una reducción de la demanda eléctrica de hasta el 19% respecto al año anterior. Pero no sólo se ha conseguido apagando las luces y algunos aparatos eléctricos. Se ha recurrido a otros métodos.
SEGUIR LEYENDO «Jardines verticales en vez de nucleares»