Producir al mismo tiempo alimentos y energía puede ser una de las mejores fórmulas para impulsar la seguridad alimentaria y energética de los países pobres. Así se desprende de un estudio recién publicado por la FAO (organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). El trabajo, llamado Making Integrated Food-Energy Systems Work for People and Climate – An Overview, ha estudiado diversos ejemplos específicos en África, Asia y Latinoamérica, así como en países desarrollados, para demostrar cómo superar las limitaciones y gestionar con éxito los cultivos para que produzcan alimentos y biocombustible al mismo tiempo.
La tesis de la FAO es que los sistemas agrícolas que combinan cultivos alimentarios y energéticos presentan numerosos beneficios para las comunidades rurales pobres. Así lo ha señalado Alexander Müller, Director General Adjunto de Recursos Naturales de la FAO.