El Aeropuerto Internacional de Düsseldorf, en Alemania, es uno de los aeropuertos del mundo con más tráfico aéreo. Es el tercero más grande de Alemania y pasan por allí unos 17 millones de pasajeros cada año. Pero, además, es uno de los aeropuertos más sostenibles del mundo.

Para informar a todos los usuarios de su sostenibilidad, el aeropuerto ha instalado unos paneles informativos para que puedan comprobar la cantidad de energía que se genera y la cantidad de dióxido de carbono se está evitando a la atmósfera gracias a las energías renovables. La apuesta es grande: el Aeropuerto Internacional de Düsseldorf está a punto de poner en funcionamiento uno de los mayores sistemas de paneles solares en Alemania.
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El gran panel está compuesto por 8.400 placas solares en una extensión equivalente a seis campos de fútbol. Antes de que comience 2012, estará a pleno rendimiento. Los pasajeros comprueban, en tiempo real, desde el vestíbulo, la cantidad de dióxido de carbono que se está ahorrando de la atmósfera.

La construcción del gran sistema solar se ha completado en sólo ocho semanas (esto sí que es eficiencia alemana). Los promotores del proyecto son Internacional de Düsseldorf y una filial de los servicios públicos de la ciudad, Grünwerke GmbH. Una planta fotovoltaica de esta magnitud dentro de uno de los aeropuertos más grandes de Alemania refleja una nueva forma de pensar respecto a las energías renovables y el alcalde de la ciudad le ha dado la bienvenida como un aporte al cuidado del medio ambiente.

El panel solar es el más grande montado en el suelo de aeropuertos. Se ubica en la zona de seguridad del aeropuerto. No es la única propuesta de energías renovables del aeropuerto alemán. Se emplea también una bomba de calor alimentada con materia vegetal para la calefacción. De este modo, se reducen las emisiones de dióxido de carbono. Por su parte, el nuevo sistema solar generará la misma energía que gastan seiscientas viviendas de cuatro personas cada año.